Si no despierto, Lauren Oliver

¡Hola, bloggeros! Lo primero, quiero pediros perdón por mi ausencia estos días; he estado de exámenes, como la mayoría de los estudiantes de la bloggosfera, y por eso no he podido actualizar. Pero hoy os traigo la reseña de un libro que me acabé hace unos días. No sabía por qué, pero siempre lo aplazaba para leerlo, y por fin lo enganché... y no pude parar de leer. Vamos allá.

Samantha Kingston lo tiene todo: es guapa, es popular, tiene el novio más guapo de la escuela y unas amigas maravillosas. Todo en su vida es bueno: acude a todas las fiestas, lo pasa genial... El día de Cupido, un chico del instituto, Kent, organiza una fiesta en su casa, a la que acudirá. Pero, al volver a casa en el coche de Lindsay, tendrá un accidente, en el que morirá.

Pero... ¿qué ocurriría si se despertara de nuevo el mismo día?

Cambiar las cosas está en su mano.

Definitivamente, me encanta cómo escribe Lauren Oliver. Con una pluma fresca, desenfadada, a ratos triste, a ratos reflexiva, en ocasiones divertida, ha conseguido que las páginas de este libro, que es más o menos gordo, vuelen. Lejos de lo que se podría pensar -o, al menos, lo que pensé yo al principio-, a pesar de su temática no se hace repetitivo en ningún momento, ya que cada día pasan cosas totalmente distintas.

El ambiente adolescente que la autora nos representa en esta novela me ha sorprendido, porque es muy realista: con unas protagonistas que se lo pasan bien, van a fiestas, beben, fuman. La mayoría de jóvenes de hoy en día somos así; no somos como en otros libros juveniles, en los que las protagonistas son unas chicas buenas que no hacen nada mal. También hay gente marginada en los institutos. Hay gente que sufre, hay populares y no tanto, las cosas son así, por desgracia, y este libro lo refleja de una manera maravillosa. Por otro lado, tengo que destacar las reflexiones que hace Samantha, que si bien unas veces da la sensación de que se va un poco por las ramas, cuando las lees atentamente te das cuenta de que son maravillosas, y de que tienen toda la razón; es un gran mérito que, con el estilo fresco de Lauren Oliver, haya podido escribir esas reflexiones tan geniales.

También me ha llamado muchísimo la atención el estilo directo con el que la Sam "muerta" -que siempre es en cursiva- se dirige al lector. Con acusaciones y peticiones; tales como "no me juzges" o "¿estás seguro de que tú no haces lo mismo?". Es impactante y, sin duda, te hace reflexionar sobre tu forma de ser con los demás y tus pensamientos. Me ha parecido muy original, porque nunca había leído algo tan directo hacia los lectores.

El libro se divide en siete capítulos muy largos, que representan cada uno de los días de Sam, con "subcapítulos". A pesar de esta estructura -los que me leéis habitualmente sabréis que no aguanto los capítulos de gran extensión-, lo he leído en un abrir y cerrar de ojos, porque, además de que me ha encantado, me ha resultado adictivo y genial.

Si pudiera decir una palabra que describiese a este libro, sería adolescencia. Sí, en efecto, esta novela es adolescencia en estado puro: fiestas, popularidad, alcohol, chicos... Y Lauren Oliver refleja esta adolescencia maravillosamente bien.

La historia es entretenida, adictiva y realista, dentro de lo que cabe. Explica un mundo actual, un mundo en el que el modo en el que te ven los demás es siempre lo más importante, y lo que te da una determinada libertad o te hace vivir esclavizado en tu propio status. Tiene un mensaje tremendo, y trata el tema del bullying de una manera entretenida, dura en ocasiones -tal y como es-, y bastante original.

A pesar de que el tema de la persona que se despierta varias veces en el mismo día está bastante manido -la novela, de hecho, tiene varios guiños a El día de la marmota, película que no he visto pero que creo que trata de lo mismo-, el hecho de que el bullying sea visto esta vez desde el punto de vista de las agresoras y no de las víctimas aporta un toque original, algo que yo nunca había visto en ninguna novela que tratara de este tema. Expresa cómo son las víctimas y también las causantes, qué las lleva a hacer lo que hacen, y te ayuda a conocer mucho mejor el mundo adolescente y todos sus fallos, las discriminaciones, los problemas que tienen algunas personas por culpa de ésa cosa tan estúpida llamada popularidad. Lauren Oliver consigue reflejar todo esto de una manera tan entretenida, tan genial, que a pesar de que el libro sea gordito se te pasará volando.

Yo pienso que este libro es uno de esos que deberían mandar para el instituto, de ésos que debería leer todo adolescente. Porque te hace reflexionar sobre la vida que llevas y cómo tratas a los demás, te hace pensar sobre cómo eres y cómo es la gente de tu alrededor, sobre la gente que sufre y que no tenemos en cuenta. Me ha hecho pensar sobre mi propia vida, y éso es algo que pocas novelas consiguen.

En cuanto a personajes y demás, la verdad es que yo he acabado empatizando con ellos. Las amigas de Sam (Lindsay, Elody y Ally), a pesar de ser los perfectos personajes odiables, tienen también virtudes que Sam apreciará, al igual que defectos, lo que las convierte en personajes no simplemente malvados, sino con fondo y muy trabajados. Sam entrará en ese grupo, en el de personajes odiables, hasta que comience su evolución, quizá lenta, pero muy acertada. Vemos cómo va cambiando su forma de ser, su manera de pensar y cómo reflexiona, al igual que lo hacemos nosotros mediante leemos la novela. Cómo va arreglando detalles que, si bien a ella le resultaría más cómodo dejarlos tal cual, pueden cambiar la vida de alguien a quien ella apenas conoce o ha despreciado en su vida. En cuanto a los demás secundarios, decir que Kent me ha parecido muy adorable y lo mismo con la hermanita pequeña de Sam, que me ha encantado y le ha aportado a la novela un toque de dulzura que no le ha venido nada mal. Y el novio de Sam, pues... detestable xD.

En cuanto al final, aunque predecible, me pareció que la autora no necesitaba sorprendernos para coronar a la obra como una de las mejores que he leído. Eso sí, debo decir que no es un libro que recomiende a todo el mundo. Lo recomiendo a adolescentes, como yo, que la puedan disfrutar de verdad y sean capaces de sacar algo de ella. Pienso que un adulto, que ya ha dejado atrás la adolescencia, no podría disfrutar en toda su plenitud de la novela, porque no podría hacerle reflexionar tanto como lo haría un adolescente, porque un adulto ya ha madurado. Lo que a personas más mayores pueden parecerle absurdas, como es la popularidad y demás, para un adolescente es muy importante, y el mensaje de esta novela creo que es más adecuado para un adolescente que para un adulto, que ya ha dejado atrás todas estas cosas.

Si bien la novela en un principio no parece tan maravillosa como yo la estoy poniendo en esta reseña, es porque hay que pararse a analizarla. Porque yo, cuando la reposé y me paré a pensar sobre ella, descubrí que no le había encontrado ningún defecto, y es por eso por lo que mi puntuación va a ser la máxima.

Mil gracias a SM por dejarme disfrutar de esta magnífica novela.

Posdata: Rastro en proceso de lectura, pronto pronto lo acabaré ;) Y lo más probable es que mi próxima lectura, además de Hermosa Oscuridad, sea La orden de la Academia Spence. Mmmm, ya veré. Quizás haga encuesta, pero no sé ^^. Un beso a todos!