viernes, 27 de abril de 2012

La invención de Hugo Cabret, Brian Selznick

Huérfano, relojero y ladrón, Hugo vive entre los muros de una ajetreada estación parisina de ferrocarriles. Si quiere sobrevivir, nadie debe saber de su existencia. Sin embargo, un día tiene un descuido y es descubierto por una excéntrica chica, amante de los libros y por un viejo y amargado juguetero. Y ya nada será como antes. 

Cuando vi en la televisión el impresionante trailer de La invención de Hugo -la película de Martin Scorsese-, mi reacción fue inmediata: tengo que ir a verla. Qué pinta. Un niño, escenarios de tremendo colorido, estética siglo XIX-principios del XX, en fin, parecía reunirlo todo para ser una película de esas que no pueden dejar de apasionarnos. Por eso, cuando comenzaron a aflorar en la bloggosfera diversas reseñas sobre el libro, en el que se había basado la adaptación, no pude evitar pedirlo a la editorial. Me llegó hace poco, y en cero coma estaba ya devorado, a pesar de lo gordo que parecía. Porque esa es otra, la edición... Otro de esos magníficos trabajos llevados a cabo por SM.

Puede que la edición de una novela para muchos lectores no sea algo importante, pero en La invención de Hugo Cabret juega un papel fundamental: la historia se cuenta de una forma peculiar, no sólo con letras sino con dibujos, que simulan fotogramas, uno tras otro, elaborados por el mismo autor y de una belleza impresionante. La edición que me mandó SM es en tapa dura y, agradeciéndoles mucho el detalle, con dos sobrecubiertas: la de la película y la original de la novela -¡y me quedo sin duda con la segunda!-. El libro parece muy gordo, pero teniendo en cuenta que más de 200 páginas de las 500 que lo conforman son dibujos e imágenes, y que muchas de las escritas ni siquiera están rellenas, la obra se lee inmensamente rápido; yo, que soy de lectura lenta, tardé escasos tres días en devorarla.

Puede decirse que cada elemento que conforma La invención de Hugo Cabret es un maravilloso homenaje al arte cinematográfico y a sus inicios como fábrica de sueños: los dibujos que simulan fotogramas, las diversas imágenes de las primeras películas que se realizaron, y el mismo argumento y sus personajes, todo repleto de referencias al cine. Es, sin duda, una novela que hará las delicias de los que nos gusta esta industria.

La invención de Hugo Cabret enamora por su sencillez. Es una obra rápida, ligera, de ningún modo complicada en cuanto a argumento, personajes y demás, pero que aporta un toque importante de cultura tratando el tema de los inicios del cine. El estilo adoptado por Brian Selznick logra un magnífico equilibrio entre la sencillez y la brillantez, sin ser complejo pero tampoco descuidado; además, las continuas imágenes amenizan de forma increíble la lectura, unido a unos capítulos cortos y una trama nada lenta. El argumento, como os digo, está contado con un tono sencillo, amable, tierno; es una historia simple y bonita encuadrada en una ambientación magnífica, en total concordancia con la situación histórica y social de la época en la que se da, y eso es algo que yo valoro muchísimo.

Es inevitable encariñarte aunque sólo sea un poco con los personajes que ha creado Brian Selznick. Hugo, siendo un niño, tiene inquietudes que ahondan en la profundidad del personaje y hacen que cobre fuerza y coherencia con respecto a su situación personal. Lo mismo ocurre con Isabelle y el resto; sin tratarse de una obra excesivamente larga, Selznick logra que tomemos cariño a sus protagonistas y se cuida de que concuerden con la historia y todo encaje de maravilla, como un gran puzle, como las piezas de un engranaje.

La trama, la ambientación, el autómata, todo en esta obra es pura magia. Resulta conmovedora sin tratarse de un relato lacrimógeno ni recurrir a los tópicos dramáticos de siempre. Hace que te embarques en un aire mágico sin contener elementos fantásticos. Es ideal para niños, para adolescentes, para adultos que adoran soñar. No sé qué más decir para convenceros de que La invención de Hugo Cabret es una maravilla, una de ésas maravillas que tan poquito se dejan ver en la literatura moderna; sencillo, sin complicaciones, pero encantador y redondo como él solo. Definitivamente, un 5/5 merecidísimo.

martes, 24 de abril de 2012

Retos para el 2012

De esto que una se aburre, y empieza a hurgar en los blogs de la gente chachi a la que sigue y, hurgando y hurgando, una se encuentra con retos como el de la señorita Sasy en Gecko Books, [Si en el fondo] Somos clásicos. Una decide que le gusta el desafío y se digna a apuntarse inmediatamente, pero ve que hay que tenerlo todo ordenadito así que una crea esta entrada para llevar los retos al día.
Y ya va siendo hora de que deje de hablar como Jaqen H'ghar porque me canso.

Como soy así de constante, no cumplí ninguno de los desafíos lectores que me propuse en 2011 -y tampoco fueron pocos-, pero como año nuevo, vida nueva, y aunque un poco tarde, he decidido que me apetecen retos, sí señor. A ver si esta vez cumplo lo que me propongo, para variar.

Aquí tenéis la entrada del reto [Si en el fondo] Somos clásicos, que, resumiendo, consiste en leer un clásico cada mes o dos meses, dependiendo de la capacidad lectora de cada uno. Yo he decidido que me apunto a la segunda modalidad, porque no me fío de mi rapidez leyendo. Y aquí tenéis la lista de los clásicos que he leído este año:

Lista de libros leídos

  • Enero-Febrero: Rebelión en la granja, George Orwell
  • Marzo-Abril: La verdad sobre el caso Savolta, Eduardo Mendoza (oza, oza)
  • Mayo-Junio: Historia de una escalera, Antonio Buero-Vallejo
  • Julio-Agosto: El misterioso caso del Dr Jekyll y Mr Hyde, Robert Louis Stevenson
  • Septiembre-Octubre: San Manuel bueno, mártir, Miguel de Unamuno
  • Noviembre-Diciembre: Los miserables, Victor Hugo


El año pasado me propuse llegar a leer 75 libros, cosa que no conseguí, efectiviwonder. Pero ha llegado la hora del cambio, chan chan chán. Así que esta vez me propongo lo mismo, ¡y lo conseguiré! Y si no, pues otro año será.
Lista de libros leídos

  • El bosque de los corazones dormidos, Esther Sanz
  • Rebelión en la granja, George Orwell
  • Territorio comanche, Arturo Pérez-Reverte
  • Si estuvieras aquí, Francesco Gungui
  • Siempre, Maggie Stiefvater
  • Retrum: Cuando estuvimos muertos, Francesc Miralles
  • La invención de Hugo Cabret, Brian Selznick
  • La caricia desnuda, Carmen Bramly
  • La verdad sobre el caso Savolta, Eduardo Mendoza
  • La traición de Natalie Hargrove, Lauren Kate
  • Everlost, Neal Shusterman
  • Historia de una escalera, Antonio Buero-Vallejo
  • Love Story, Erich Seagal
  • El jardín de las hadas sin sueño, Esther Sanz
  • El falso príncipe, Jennifer A. Nielsen
  • San Manuel bueno, mártir, Miguel de Unamuno
  • La casa de Bernarda Alba, Federico García Lorca
  • La sombra del viento, Carlos Ruiz Zafón
  • Memorias de un amigo imaginario, Matthew Dicks
  • El 19 de marzo y el 2 de mayo, Benito Pérez Galdós
  • Nada es para siempre, Ali Cronin
  • Esta noche no hay luna llena, Care Santos
  • Blancanieves y la leyenda del cazador, Lily Blake
  • Cinder, Marissa Meyer

¡Deseadme suerte!

viernes, 20 de abril de 2012

Retrum: Cuando estuvimos muertos, Francesc Miralles

"¿Has dormido alguna vez en un cementerio?" Dos chicas y un chico forasteros hacen esta pregunta a Christian, un joven de dieciséis años que ha perdido todo aquello que amaba. Visten de negro y llevan las caras pintadas de blanco, con los labios morados. Han creado RETRUM, una orden secreta que se comunica con los muertos y practica extraños rituales. Una de las chicas, Alexia, poseerá el corazón de Christian con un amor más allá de la muerte.

Una historia de amor y misterio que te helará la sangre.

Hombre, tanto como helármela... Más bien me entró un poco de fresquillo, pero tampoco mucho...

Siendo muy sincera, las expectativas con este libro estaban bajo cero. Las reseñas que había leído decían que no estaba mal, algunas incluso que era muy bueno. Yo, dejándome guiar por las opiniones más fiables, decidí no esperarme demasiado. E hice bien, porque si lo hubiera hecho me habría llevado el chasco más enorme de la historia, y no lo he hecho, por suerte.

¿Entretenido? Sí. ¿Rápido de leer? Mucho. ¿Apasionante, inolvidable, magnífico? No tanto. Para empezar, la novela parte de una idea que, si no se desarrolla como es debido, puede resultar muy poco seria e incluso infantil. Teniendo en cuenta que se pretende que Retrum sea una novela juvenil, su destino es inevitable: un relato entretenido, pero que pretende ser tan serio y solemne que a veces resulta demasiado inverosímil. Puede que a otras personas les haya gustado el punto de partida de la novela, el tema de la "secta" y tal, pero a mí me ha parecido que tiene un desarrollo muy poco siniestro para lo que prometía.

Por otro lado, una de las grandes pegas de Retrum es su poquísimo realismo, y no me refiero a que contenga elementos fantásticos -eso es algo que tendréis que comprobar vosotros al leerlo-, sino a que la mayoría de las situaciones que conducen a algún suceso crucial para el desarrollo de la trama son tan inverosímiles que chirrían. Un ejemplo: el protagonista pretende entrar en un club nocturno con un guardia de seguridad en la puerta. Unas chicas ven lo guapo que es y hablan con el guardia para que le deje pasar y éste se lo permite. ¿Es creíble esto? Para nada. Y como esta, una multitud de escenas que hacen que Retrum pierda aún más seriedad.

La segunda gran pega es su protagonista, Christian. Es de esos personajes principales que, por más que lo intentes, no lo tragas. No hay manera. Se convierte en algo personal. Si no te gusta el protagonista y encima la novela está narrada en primera persona por él, sin ramificaciones de ninguna clase en la trama, lo lógico es que tu percepción de la obra se vuelva bastante negativa. Si Christian me hubiese caído bien, quizás, sólo quizás, Retrum me habría gustado un poquito más. Porque, si os soy sincera, el argumento es rápido, entretenido, no está mal, pero para mi gusto deja mucho que desear. Dista mucho de ser una gran obra.

El estilo de Francesc Miralles, sin embargo, me gusta. Es rápido y ameno, lo suficientemente sencillo pero sin caer en la vulgaridad. Se cuida de que la narración sea acorde con la edad, circunstancias y personalidad del protagonista, de forma que ésta queda creíble y tenemos más conciencia de Christian, le conocemos mejor, hay mayor información sobre sus sentimientos, formas de pensar, y demás. Aunque el protagonista no me haya gustado en absoluto, conocerle de esta forma ha servido para que me "encariñe" en cierta parte con él -todo lo que uno se puede encariñar con un personaje que no le gusta-, además de poder comprenderle mejor en muchos casos y situaciones. Todo esto es un punto a favor de Retrum aunque la novela en general no me haya llenado del todo.

Otro de los aciertos es el ambiente que ha logrado el autor. Como es de suponer por su sinopsis y edición, el libro se desarrolla bajo una ambientación gótica, tétrica, muy siniestra. El argumento en sí, como os dije, no cumple con esos aires que ha pretendido darle Francesc, pero sí lo hace la estética, gracias a un aluvión muy acertado de referencias a la cultura gótica, literatura de terror -y no tanto-, música y todo tipo de artistas que podrían clasificarse -muchos no tan claramente- en este género. De esa forma logramos introducirnos mucho mejor en el ambiente de la obra. También tengo que destacar las frases o fragmentos poéticos y musicales que Francesc ha añadido al principio de cada capítulo -que, por cierto, de lo cortos que son la novela se lee en un suspiro-. Me han encantado ya que muchos de ellos pertenecen a autores que me gustan bastante y otros, a algunos que no conocía y por los cuales me ha entrado gran curiosidad.

Y con esto se acaban las cosas que me han gustado y disgustado de la obra. En cuanto a todos los demás aspectos, y en general, he de decir que Retrum me ha dejado con una indiferencia enorme que hacía tiempo que no experimentaba leyendo alguna novela. Ni me ha gustado, ni me ha parecido un suplicio su lectura. Simplemente, lo considero un libro para cogerlo, leer, entretenerte un rato y hasta luego. Y si lo volvía a coger era por acabarlo -ya que estaba...-, no porque su lectura me tuviera ensimismada o enamorada. De todas formas, sobre gustos..., y, como digo siempre, quizás a otras personas les parezca un libro inolvidable. A mí, personalmente, me ha parecido un enorme psché.

¿Leeré la segunda parte?, pues sí, ya que la editorial me la mandó no le voy a hacer ascos, además, la obra está bien para entretenerse y dicen que mejora bastante. Habrá que echarle un ojo, pero, por el momento, no se encuentra entre mis prioridades.

domingo, 15 de abril de 2012

Siempre, Maggie Stiefvater

Puede contener spoilers de Temblor y Rastro.

En Temblor, Grace y Sam se encontraron y se enamoraron. En Rastro tuvieron que luchar por estar juntos... y no lo consiguieron. Ahora, en Siempre, la tercera y última parte de la trilogía, los desafíos y los riesgos son mayores que nunca.

Grace parece incapaz de volver a ser humana. El padre de Isabel ha empezado la caza de los lobos de Mercy Falls. Surgen del pasado peligros que parecían olvidados. Y mientras la muerte acecha, a Sam y Grace, a Isabel y Cole, les resulta más y más difícil aferrarse al amor.


Siempre que un libro me enamora, me cuesta mucho escribir su reseña. Tengo bastantes cosas que decir al respecto de esta novela, pero para expresar lo que me ha gustado de ella, no sé exactamente qué palabras utilizar. Me ha encandilado, me ha mantenido en vilo, me ha hecho sentir por muchos motivos tantas cosas cuando otras muchas obras juveniles no logran siquiera una sonrisa.

Aquí y aquí tenéis las reseñas de Temblor y Rastro, respectivamente. Resumiendo un poco, Temblor me gustó mucho pero no acabó de llenarme completamente; Rastro me dejó una sensación muy rara, me encantó a la vez que me desagradaba. Con Siempre, sin embargo, todo ha sido distinto. Tiene lo mejor de Temblor y lo mejor de Rastro, y muchas otras cosas mejores que lo hacen prácticamente perfecto.

Para empezar, la forma que tiene Maggie Stiefvater de escribir es exquisita. No exagero al decir que es una de mis favoritas en el género juvenil en cuanto a escritura se refiere; tiene un estilo inmejorable. Te describe absolutamente todo de forma maravillosa y lo hace de tal manera que sientes lo mismo que los personajes. Te narra cada una de sus sensaciones y a mí me daba la impresión de que estaba viendo un cuadro precioso y cuidado, algo tan bonito que es difícil expresarlo con palabras. Desde luego, en cuanto a estilo, Siempre tiene uno de los 5/5 más enormes que he tenido el placer de puntuar en este blog.

Además, no hay un detalle que se pasa por alto: el registro de cada personaje. La obra está escrita desde el punto de vista, en primera persona, de los cuatro personajes principales: Grace, Sam, Cole e Isabel. Cada uno tiene una forma de ser, de sentir las cosas y pensarlas, y Stiefvater lo refleja tan bien con su forma de escribir que de verdad sentimos que nos lo están contando cuatro personas diferentes. Esto, indudablemente, hace que te encariñes con los personajes de tal manera que incluso te dé pena despegarte de sus páginas.

Y esa es otra historia: los personajes. Qué personajes. Tan humanos, tan reales, tan trabajados en todos sus aspectos que es como si se tratara de personas reales, que conocemos y podemos tocar. Les cogemos tantísimo cariño que a cada penuria que pasan, sufrimos casi tanto como ellos. Son poquísimos los autores que logran una profundidad semejante en cuanto a los protagonistas -y no sólo a los protagonistas, prácticamente todos los personajes que intervienen en la obra tienen inquietudes, problemas, están muy trabajados-, pero Stiefvater lo ha conseguido con maestría. Ha logrado crear una historia fantástica con personajes tan humanos como tú y como yo y ha tratado sus miedos, sus problemas, como de verdad hay que hacerlo, dándoles la importancia que requieren. Porque son muchísimos los autores en juvenil que dejan de lado las verdaderas preocupaciones que puede tener una persona según sus circunstancias para cargar todo el peso de la obra sobre la relación romántica. Stiefvater ha logrado sorprenderme en cuanto a ese aspecto. Por muy empalagoso que pudiera ser Temblor, en Siempre podemos apreciar una historia de amor preciosa, íntima e inolvidable sin recurrir a los tópicos edulcorados habituales. Leer sobre Grace y Sam era como estar dentro del sentimiento forjado por dos personas que de verdad se aman, como si fuera intrusa de algo tan íntimo que parecía real.

Y no puedo olvidarme de hablar de Isabel y Cole. Qué decir de ellos. Su relación es tan diferente a la de los ya mencionados, pero muy real al fin y al cabo. Me encantan ambos como personajes y adoro lo agónico de su enamoramiento porque estamos hartos de pasteladas sin fundamento y de personajes perfectos. Tienen problemas, ambos tienen tantos defectos que son autodestructivos el uno para el otro. Nunca había leído una relación romántica similar y me encanta, porque es muy distinta a lo que solemos leer habitualmente. Sin embargo, no me ha gustado cómo ha desembocado la relación al final de la novela, porque me ha dado la sensación de que faltaban páginas para desarrollarla un poco más, pero del desenlace hablaré en otro párrafo.

Lo maravilloso de los personajes de Stiefvater y de su forma de escribir romántica juvenil es que ellos no constituyen un bloque junto a su pareja. Cada uno es individual, tienen sus inquietudes y aspiraciones individuales e intentan llevarlas a cabo, siendo la pareja un aspecto más de su vida y no el principal. Siempre se agradece esto y provoca que los personajes tomen más profundidad, si cabe.

En cuanto al ritmo del libro, para mí es el adecuado. No se trata de acción continua, pero a pesar de esto engancha. No es aburrido para nada y es tan íntimo, tan sentimental, que es maravilloso leerlo y para los que nos gusta esto, no se hace pesado en ningún momento. Los capítulos son cortos, lo que ameniza la lectura, y la división en diferentes hilos argumentales paralelos según las circunstancias de cada personaje narrador también logra que el libro se lea rápido y enganche. Además, la historia es muy activa sin llegar a ser trepidante -hasta llegar al final, que ya es otro ritmo totalmente diferente-. Stiefvater sabe intercalar de manera magistral sentimientos, problemas personales y conflicto común en los personajes, de forma que todo quede perfectamente hilado y, en el final, más o menos resuelto.

Y digo más o menos porque el único defecto que he encontrado en Siempre es su final. Estaba esperando con muchísimas ganas el desenlace de la trilogía para saber qué sucedería y el resultado no me ha acabado de satisfacer por completo. El libro es genial, pero cuando lo terminas tienes la sensación de que faltan páginas, como si la autora tuviese mucha prisa en acabarlo mientras que en el resto de la novela se ha tomado su tiempo -y muy bien tomado, además-. Me atrevería a decir que el final es lo menos cuidado de todo el libro, cuando debería haber sido lo que más. Hay cabos sueltos, hilos argumentales que, si bien quedan atados, se echa de menos un poco más de explicación. Por otro lado, el final es muy abierto innecesariamente. Hay finales abiertos que quedan genial con respecto a la novela, pero la trilogía Los lobos de Mercy Falls es una de ésas en las que este tipo de desenlaces no quedan bien. Por eso, quizás estando un poco más trabajado, mi puntuación sería de 5/5.

Resumiendo, Siempre es en mi opinión el mejor libro de la trilogía. Íntimo, sentimental, trepidante por momentos y perfecto si queremos emocionarnos y nos apetece una novela que nos haga sentir de verdad, con personajes verdaderamente humanos y con los que encariñarnos. La única pega, su final, por el que se quita medio copo de la puntuación máxima. Por lo demás, perfecto.


lunes, 9 de abril de 2012

Las alas de Psycho se abren.

Las cosas nunca son lo que uno quieren que sean. Y a veces necesitamos un rinconcito para ser totalmente libres. Para liberarnos hasta el punto de ni siquiera saber quiénes somos o por qué hacemos las cosas. Poder, simplemente, abrir las alas y echar a volar, y hacerlo de tal forma que no entorpezcamos la trayectoria de ningún otro ave, y que ningún otro ave entorpezca la nuestra.


Las alas de Psycho es, digamos, algo así. Un cielo abierto donde volar.

No sé exactamente qué quiero conseguir. Quizás escribir el blog que de verdad me caracteriza. Un espacio dedicado a otras cosas, cosas en las que de verdad me reconozco como yo misma, pero sin ataduras de ninguna clase. No un blog personal, sino algo con lo que disfrute más, que me haga sentir mucho mejor.

Toda la información sobre Las alas de Psycho la tenéis aquí.

Y poco más puedo decir. Espero que os interese este nuevo proyecto, quizá más yo que nunca, incluso un poco egoísta pero, al fin y al cabo, tal vez lo que de verdad necesitaba.

Ojalá me queráis libre.

sábado, 7 de abril de 2012

Si estuvieras aquí, Francesco Gungui

Una llamada. Medio mensaje. Otra palabra por decir.

¿Se puede estar enamorado de alguien que vive a diez mil kilómetros? Con esta duda sobrevolando sus cabezas, Luca y Alice se preparan para una nueva etapa en su relación: él se irá a San Francisco para estudiar en la universidad, mientras ella continuará con su rutina de instituto y empleos eventuales en Milán. Juntos pero cada uno por su lado. Al fin y al cabo, en un mundo con Internet y tarifas planas, el amor no conoce ni fronteras ni distancias... ¿o sí?


Mentiría y mucho si dijera que Si estuvieras aquí me ha gustado más que su antecesora, Siempre estarás tú, de la que tenéis reseña en el blog. Sin embargo, no considero que sea peor. Simplemente, es diferente en muchísimos aspectos. Siempre estarás tú me encantó y era muy difícil superar el listón tan alto que había dejado, eso lo tenía claro incluso antes de empezar la segunda parte. Pero, aunque en algunas cosas ha flojeado, hay otros aspectos importantes que, en mi opinión, han cobrado fuerza.

El cambio más inmediato se da en la ambientación. Siempre estarás tú es una novela de verano, de ésas que da gustito leer en la playa, pringada de arena y con el sol calentando, cuando no tienes más preocupaciones que no quemarte y tener planes por la tarde. En Si estuvieras aquí la cosa cambia radicalmente. Los personajes tienen otras inquietudes, hay nuevos y más graves problemas y pierde esa magia de anuncio de Estrella Damm que había conseguido su antecesora. He visto en Si estuvieras aquí mayores pretensiones por parte del autor, como decorar la trama principal con críticas que no consiguen ser sutiles -y, por tanto, pierden un poco de encanto- a ciertos sectores de las juventudes italianas que yo desconocía que existieran, y al ya trillado en la actualidad -pero muy poco tratado en literatura de este género- tema de la crisis económica.

Lejos de lo que pueda parecer en esta reseña, esas críticas que Francesco Gungui ha conseguido colar en la novela la han dotado de una cierta madurez, que a veces se agradece. Ha quedado muy claro que en la actualidad europea hay problemas, que no todo para la juventud es el amor y los estudios. Que hay más, hay temas que afectan de manera global a la población y en esa población nos incluimos los jóvenes. Siempre es grato que se tengan en consideración ese tipo de cosas.

A pesar de todo, la trama es tan típica que pierde gracia. La originalidad de Siempre estarás tú se anula totalmente con la partida de Luca a San Francisco, produciéndose la ya consabida separación de la pareja protagonista en el segundo libro. No dudo para nada de que Francesco Gungui es capaz de aportar muchísimos elementos y muy diferentes para conseguir que la novela sea original, puesto que ya lo demostró con su primera parte. Pero parece que no ha sabido aplicarlos en esta obra, que a pesar de las críticas y otras cosas buenas que mencionaré ahora, sigue siendo el argumento típico de una segunda parte de juvenil romántica. ¡Por favor, autores! Sabemos que podéis aplicar otro esquema diferente para una segunda parte. ¡Confiamos en vosotros, de verdad! Dejad de defraudarnos así, que ya nos sabemos de memoria qué pasa cuando una pareja se separa, lo aprendimos con Luna Nueva.

Pero, igual que cosas malas, como en todo, también hay cosas buenas. Una de ellas es la tremenda evolución psicológica que han experimentado los personajes, sobre todo Alice, de la primera parte a esta segunda. Como os digo, en verano tenemos un tipo de preocupaciones más triviales, todo es más ligero, más ameno. En otoño, sin embargo, ya hay otro tipo de cuestiones: estudios, trabajo, reactivación de la rutina. En Si estuvieras aquí, los protagonistas se plantean asuntos mucho más existenciales que en Siempre estarás tú. Luca sufre una búsqueda de su camino, de su verdadera identidad. Alice tiene problemas en casa que la obligan a tomar decisiones que requieren cierta madurez. Aunque, con esto, se pierde la esencia ligera y veraniega de Siempre estarás tú, igualmente me ha gustado que los personajes "crecieran" en ese sentido y tuvieran otras inquietudes.

Uno de los puntos fuertes de Siempre estarás tú era el estilo que empleaba el autor para introducirnos de esa forma tan magistral en la historia y en los pensamientos de la protagonista. Quizás sean imaginaciones mías, pero me da la sensación de que Gungui ha perdido buena parte de esa gracia en Si estuvieras aquí. Recuerdo con cariño su primera parte porque me hizo reír y me llamaron mucho la atención sus puntos ingeniosos, pero eso no me ha pasado en esta novela. A pesar de todo, el ritmo es muy rápido, con capítulos cortos y estilo muy ligero que hacen que la devores en poquísimo tiempo y no te aburra para nada.

¿Me ha parecido un libro malo? No. Simplemente, no me ha calado como lo hizo su primera parte. Es uno de esos libros que te lees, y luego olvidas, y no te aportan nada sino entretenimiento. Es, digamos, un libro más. Nada del otro mundo. ¿Lo recomiendo? Pues sí, bueno, por qué no. Si eres de los que leyeron Siempre estarás tú y pensaron que no era para nada necesaria una continuación, quizás harías mejor si no la lees. Pero si te apetece algo más de Alice y entretenerte un par de días, la recomiendo, porque se lee rápido y, aunque no sigue la tónica de la primera, es un buen aperitivo para saciarnos después de su primera parte, a pesar de no llegar a su altura.

Gracias a Montena por el envío del ejemplar.

jueves, 5 de abril de 2012

El bosque de los corazones dormidos, Esther Sanz [MR]


Veamos, por dónde empiezo. El bosque de los corazones dormidos ha suscitado en mí muchos sentimientos encontrados, según cada parte de la novela que iba leyendo. Lo pedí a la editorial cuando salió alentada por todo ese fluir de críticas positivas positivísimas que no dejaban de aparecer en todos los blogs a los que sigo. ¿Qué decir ante todo el aluvión de reseñas que lo ponen por las nubes? Pues que quiero el libro y lo quiero ya.

Mi madre, ávida lectora de todo lo que llega a mis estanterías, se lo devoró en un tris, como diría cierta cadena televisiva, y como es una soñadora innata que adora los cuentos de hadas y los pasajes pastelosos, no dejaba de recomendármelo. Así que yo, con las expectativas por las nubes, me adentré en este bosque que Esther Sanz ha creado con, y para nada lo dudo, mucho esmero.

Me enganchó tanto que no podía dejar de leer. Pero no es tan sólo el estilo de la autora, indudablemente ágil y bastante logrado, lo que consigue este efecto: sabe mantener el misterio de forma magistral, es decir, hay determinados elementos que hacen que el lector entre en tensión y no pueda dejar de leer hasta saber qué diablos ocurre en ese sitio tan raro. Y lo logró, de verdad que lo logró. Me mantuvo en tensión aportando cierto ambiente mágico que quedaba muy bien, pero en mi interior rezaba porque fuera sólo eso, ambientación. Cuánto me equivocaba, ilusa de mí si iba a creer que tanto misterio era debido a algún elemento que parece irreal pero luego tiene una explicación totalmente lógica. No, no y no. Es una obra juvenil, está en la Colección Ellas, tonta de mí, ¿qué me puedo esperar?

Porque lo que prometía ser algo totalmente diferente e innovador se convierte sin miramientos, allá por la segunda mitad, en tópico tras tópico tras, ¡oh, sorpresa!, irrefrenable e inexplicable amor eterno. Puaj y más puaj. Pasteleo, cosas cursis bonitas -sí, sí, como en Las Supernenas- y un misterio que, mediante la novela avanza, va perdiendo fuerza hasta quedarse en algo no tanto típico sino surrealista. El bosque de los corazones dormidos empieza con un enganche arrebatador que, poquito a poco, acaba quedándose en una bonita historia de amor y una explicación a los misterios que nadie se podría creer. Hablo de forma totalmente personal -¡para algo es mi blog!, no olvidéis que mis opiniones son mías y no por ello son verdades universales ni mucho menos-, para que un misterio me seduzca tiene que tener detrás una explicación lógica, algo que podría pasar, que me podría creer. El bosque de los corazones dormidos es pura magia que, sintiéndolo mucho, no es creíble, pero no por ello deja de ser un libro para soñar.

Y, como yo soy así de especial, empezó a perder el enganche allá por la mitad del libro. La ambientación es perfecta, eso sí, pero llega un punto en el que no quiero más pasteleo. Pero, como os digo al principio, a mucha gente le ha apasionado, así que quién sabe, quizás sea el libro que buscas. El mío, personalmente, no es. ¡Habrá que seguir leyendo hasta que lo encuentre!
Para ser una minireseña, me ha salido un pelín más larga de lo normal...
Gracias a Montena por el envío del ejemplar.

martes, 3 de abril de 2012

IMM #12: El giga-IMM


Ay... los IMM... desde agosto del año pasado no publicaba uno. Como los IMM Vlogs son un verdadero trabajazo para grabarlos, subirlos, editarlos, publicarlos y demás, he decidido pasarme a lo sencillo, a los IMM simples con fotos y Santas Pascuas. A vosotros y a mí pienso que se nos hace mucho más ligero este método para enseñaros mis adquisiciones, pero ya sabéis, ¡os pido vuestra opinión! Si preferís IMM Vlog sólo tenéis que decírmelo ;)

Y aunque he dejado abandonado el blog, no he cesado de leer y adquirir libros. Así que tengo una pila inmensa que enseñaros y que voy a dividir en dos partes: literatura juvenil y literatura más adulta/clásicos. Así que empezamos con la literatura juvenil... que tenemos para rato.

Para empezar, envíos de editoriales: Montena y Ámbar. De Montena me llega Esmeralda, de Kerstin Gier, tercera parte de la trilogía El amor más allá del tiempo. Tengo las otras dos partes esperándome en la estantería y estoy deseando empezar la primera, porque ha recibido buenísimas críticas, así que probablemente sea de mis próximas lecturas, pero no os aseguro nada. También me llegó hace poco Si estuvieras aquí, segunda parte de la novela Siempre estarás tú, ambas de Francesco Gungui. La reseña de su antecesora la tenéis clicando en el título, pero ya os digo que me encantó, así que tengo las expectativas muy altas con esta, que ya estoy devorando. El bosque de los corazones dormidos, de Esther Sanz, también me llega de Montena y ya está leído desde hace tiempo. Será la próxima reseña que tendréis en el blog. Os adelanto que tener las expectativas demasiado altas con determinados libros nunca es bueno... ;) Y el último libro, desde Ámbar, es Revelación, de Anissa B. Damom, la segunda parte de Éxodo, novela que también tengo pendiente y que no tardaré en leer, porque le tengo unas ganas inmensas debido a las buenas críticas.

Otras dos editoriales me han enviado libros durante este tiempo: SM y Nocturna Ediciones. La primera me manda Donde los árboles cantan, de Laura Gallego, la mejor obra de la autora que he leído hasta la fecha. Tenéis la reseña clicando en el título. Me encantó, es fantasía pura, maravillosa, inolvidable. También me envían Siempre, tercera parte de la trilogía Los lobos de Mercy Falls. Sus dos primeras partes, Temblor y Rastro, ya están reseñadas en el blog y me gustaron mucho, así que tengo muchas ganas de devorar el final. Cielo rojo, de David Lozano, me llegó de sorpresa como ejemplar de pruebas a casa. No le tenía demasiadas ganas, pero tras unas cuantas reseñas me ha picado la curiosidad, así que lo leeré próximamente, aunque no esté entre mis prioridades. Nocturna me manda Las pruebas, segunda parte de El corredor del laberinto, de la trilogía The Maze Runner. La empecé, pero la dejé a la mitad porque no me enganchaba tanto como su antecesora, y porque por aquel entonces daba comienzo la crisis lectora de la que os hablo en este post, pero aún así espero retomarlo pronto y traeros la reseña, porque la verdad es que es una trilogía que merece muchísimo la pena. Muchas gracias a Nocturna y SM.


De parte de Alfaguara y La Galera me llegan otros cuatro libros. Desde Alfaguara me mandan La traición de Natalie Hargroove, de Lauren Kate, novela que me llegó de sorpresa y que aún no he leído -no sé por qué- pero a la que tengo ganas, porque será lo primero que cate de Lauren Kate después de todas las críticas de su saga, Oscuros. Junto a ella me llegó el ejemplar en pruebas de El bebedor de lágrimas, que llegó súper bien presentado en una caja con un folleto y demás, aunque el ejemplar he de decir que sería precioso si no fuera por ese horrible EJEMPLAR EN PRUEBAS que lo adorna en la zona inferior de su portada. Aún no lo he leído, pero mi madre sí y dice que es genial, que me obliga a leerlo. Desde La Galera, El secreto de Lucía Morke, ya leído y reseñado y que me pareció un tremendo PSCHÉ. Pero bueno, lo recomiendo para entretenerse, como bien digo en la reseña. Quantic Love me llegó de sorpresa hace más bien poco y aún no he tenido tiempo para catarlo, pero le tengo ganas, promete ser original. Ya os contaré. ¡Gracias a Alfaguara y La Galera!

Desde Everest me llegaron hace ya tiempo Marca de nacimiento, de Caragh M. O'brien, y Cállame con un beso, de Blue Jeans, tercera y última parte de la trilogía Canciones para Paula. Empecé Cállame con un beso, como se aprecia por el marcapáginas, pero entre unas cosas y otras al final lo fui dejando y me quedé en los primeros capítulos, que no estaban mal, muy en la tónica de sus predecesoras. Desde Darkiss me llegaron de sorpresa The Iron King, de Julie Kagawa, una novela que tengo muchísimas ganas de leer porque ha recibido buenísimas críticas y tiene una pinta increíble, y Magic, segunda parte de Poison, de Maria V. Snyder. No he leído Poison así que hasta que no lo consiga no creo que lea Magic, me han dicho que son independientes pero prefiero hacerlo con el orden que llevan, por si acaso. Muchas gracias a ambas editoriales por el envío de los ejemplares, aunque dos de ellos fueran de sorpresa :)



Desde Planeta y Plaza&Janés me llegan El circo de la noche, de Erin Morgenstern, y El nombre del viento, de Patrick Rothfuss. El circo de la noche decidí pedirlo debido a la reseña que Josu publicó en su blog, que me hizo morirme de ganas de leerlo, y Bea no deja de recomendármelo así que será una de mis próximas lecturas sin lugar a dudas, sino la siguiente. El nombre del viento me llegó de sorpresa, y ya tenía un ejemplar en bolsillo, así que si alguien quiere realizar un intercambio y le mando el de bolsillo, ¡que no dude en contactar conmigo! Preferiblemente poniendo un comentario en este post o con un e-mail a la dirección que tenéis en la sidebar ;) Aún no lo he leído, aunque ya os aseguro que no es por falta de ganas... Sé que muchos me mataréis como no lo lea pronto, así que ya os digo que caerá próximamente. Metamorfosis en el Cielo, de Mathias Malzieu, es un regalo de mi hermana porque el autor me encanta y estaba deseando leer algo suyo después de La mecánica del corazón, novelita que me encantó. Ya lo estoy leyendo, es muy fino pero está dejando mucho que desear a mi gusto -¡el marcapáginas es el de mi fea horrible querida Sasy!-. Muchas gracias a las editoriales y a mi hermana por su regalo ;)

Y seguimos con repetidos. El Ángel caído, de Nalini Singh, que tengo dos veces, uno de ellos me lo compré yo y el otro me lo mandó la petarda de Sasy, ¡muchísimas gracias, juaparl! Silencio, de Becca Fitzpatrick, los dos enviados por la editorial por error, tercera y penúltima parte de la saga Hush, hush, de la que he leído solo la primera novela, que me encantó, y la segunda me la dejé por la mitad o así porque me estaba decepcionando mucho, pero muy pronto la retomaré y os cuento en una reseña. Ya sabéis, si queréis intercambiar alguno de los tres ejemplares que hay repetidos, no dudéis en ponerme un comentario en el blog o mandarme un e-mail en la dirección de la sidebar: entrelineasblogspot@yahoo.es Me decís los libros que tenéis para intercambiar y yo os contesto encantada diciéndoos si me interesa alguno y regulando las condiciones del intercambio. ¡Para mí será un placer!


Y con esto, se acaba la primera parte del IMM gigante que os traigo, aquí tenéis la foto de familia de la pila enorme de libros, y aún quedan los clásicos... Puuuuuuuuf...


¡Nos leemos!
<3

lunes, 2 de abril de 2012

Volveeer... con la frente marchitaaaa...

Ehm... yo... estoooo... Hola.

No sé muy bien si os preguntabais dónde me he metido todo este tiempo, o si más bien os sorprendéis ahora de que vuelva a publicar. Tengo motivos, lo juro, de las ausencias tan continuadas a las que someto al pobre blog, y os los voy a dar ahora mismo porque, tanto si me leéis o leíais habitualmente como si no, pienso que debéis saber unas cuantas cosas sobre mi situación lectora y, en cierto modo, personal.

Para empezar, he pasado por una durísima crisis lectora. Con esto me refiero a que nada de lo que encontraba en literatura juvenil me llenaba del todo, así que poco a poco me he ido pasando a la lectura de clásicos y de bestsellers para "adultos". He escrito algunas reseñas sobre los libros que he ido leyendo, pero no las publicaré aquí porque hay un proyecto que tengo entre manos sobre el que muy pronto publicaré algo para manteneros informados. Pero echo mucho de menos la literatura juvenil, los tópicos típicos, el encontrar joyas entre libros que parecen ser más de lo mismo uno tras otro, continuamente. El expresar mis opiniones sobre las cosas que leo.

Por otro lado, he estado sumida en otras cosas. Los exámenes, por ejemplo. La vida social (xD). Otros proyectos de otra índole, sobre los que aún no puedo hablar porque sería adelantarme y me conozco, pero sobre los que tendréis noticia -estoy segura-. Os adelanto que mi vena de escritora ha explotado y está dispuesta a dar lo mejor de sí misma.

Y, para acabar, creo que los asiduos al blog y las personas que me conocen os daréis cuenta de que soy lo más inconstante que puede haber sobre la faz terrestre. Que un día me apetece reseñar, pues reseño y lo hago emocionadísima. Que otro día me he cansado de determinado libro, pues lo dejo y hasta más ver. Y así con todo, para mi desgracia. No puedo evitarlo, soy así. Por eso a los que me leéis que sepáis que reseño de la forma más sincera y completa de lo que soy capaz, pero no me pidáis constancia porque en mí es imposible. Aún así, yo lo intento, de verdad.

Y ¿por qué he vuelto? ¿Qué me ha motivado a volver a reseñar, o a intentarlo? Bien, aunque he abandonado el blog, no dejo de darme un paseo bloggosferil de vez en cuando, porque aún hay personas muy queridas a las que tengo por aquí, porque estoy en Twitter y os leo y porque se me mantiene informada, aunque desde las sombras, de lo que pasa y deja de pasar en este mundo. Y a la entrada de mi querida Sasy me remito. Creo que todo está dicho en su post, así que si queréis leerlo, ahí lo tenéis. Pienso que necesitamos que vuelva la gente decente a la bloggosfera. Yo intento hacer mi trabajo en el blog lo mejor de lo que soy capaz y aunque somos muchos los que hacemos esto, no todos son tan transparentes como parecen serlo. Con esto no pretendo criticar a nadie. Como he dicho mil veces, cada uno sabe cómo hace su trabajo y qué artimañas utiliza con su blog. No pretendo de ninguna forma ser "salvadora" de nada, pero creo que hace falta más gente limpia, porque hay cosas en la bloggosfera que están sucediendo y que no se pueden tolerar, y por eso los que intentamos trabajar en el blog lo mejor posible y de forma honesta tenemos que seguir haciéndolo. Para que este enorme mundo que es la bloggosfera, que crece día a día, no se hunda.

Y con esto y un bizcocho, me pongo a trabajar. Que ya va siendo hora de volver a las andadas, ¿no creéis? :)