Hush, hush, Becca Fitzpatrick

Un juramento sagrado. Un ángel caído. Un amor prohibido.

En medio de una ancestral batalla entre los inmortales y los que han caído, cuando se trata de elegir un bando, la elección equivocada... puede costarte la vida.

Hacía demasiado tiempo que quería leer este libro, pero la multitud de reseñas dispares me echaban para atrás a la hora de comprarlo; a pesar de esto, todo en él me llamaba: su portada, su sinopsis... Entonces, mi queridísima Isa se ofreció a mandármelo -¡¡gracias!! *0*- y en este IMM os lo enseñé. No veía el momento de ponerme con él, hasta que Bea comenzó a insistirme para que lo leyera, diciéndome que era genial, entre otros muchos halagos. Al final, acabé leyéndolo, y en tres días ya estaba más que devorado -es muy poco para mí eso eh xD-. Y aquí os traigo la reseña, que espero que os guste :)

Como siempre empezamos hablando de la forma en que está escrito, os voy a comentar qué me ha parecido a mí: Becca Fitzpatrick utiliza un estilo sencillo sin ser simple, coloquial sin ser vulgar, trabajado sin ser excesivo; es lo que yo calificaría como un estilo ideal para la novela juvenil. Me ha gustado mucho, porque absorbe por completo; sabe dónde está el punto intermedio. Me explico; algunos libros incitan a saltarte párrafos de descripción absurda y acción casi estática. Otros muchos pecan de estilos tan simples que da la sensación de estar leyendo un borrador mal hecho en lugar de un libro ya revisado y publicado. Becca, no obstante, sabe dónde está el centro entre ambos extremos, logrando un estilo totalmente acertado para un libro de temática juvenil. Tampoco tiene un error muy típico de intentar "juvenilizar" de mala forma con vocablos demasiado adolescentes que, como resultado, obtienen algo cutre e irreal; para nada. Está en primera persona, narrado de forma normal por una joven que bien podríamos ser cualquiera de nosotras. Como ya os digo, el estilo ha estado más que acertado.

El ritmo es uno de los principales puntos fuertes de Hush, hush a mi parecer. De nuevo, Becca Fitzpatrick se acerca mucho a la perfección; sin ser una obra precipitada, como podría serlo Hex Hall I: Condena, por citar un ejemplo, no aburre ni lo más mínimo y consigue que no nos podamos despegar siquiera de sus páginas. La introducción de los personajes es rápida, pero nos permite que les cojamos cariño aún con ese diminuto lapso entre introducción y acción, y a partir de que ésta empieza, el libro se convierte en un no parar. Rápido, entretenidísimo y más que adictivo, pero en absoluto precipitado. Lo disfrutaréis devorándolo a una velocidad pasmosa.

La historia, sin ser nada del otro mundo, es entretenida y está bien estructurada, con muchas sorpresas y elementos que, aunque ya parezca imposible en este género, me han pillado totalmente por sorpresa. Puede resultar típica en un principio, pero la forma en la que nos la presentan, es decir, con la intriga y la acción constantemente presentes, la convierte en algo no tan común; los aspectos paranormales y románticos se dejan en un segundo plano durante toda la obra, presentándose tan sólo en el final, cuando se descubre todo el "embrollo". De esa forma, es casi imposible dejar de leer esta novela, adictiva y trepidante donde las haya.

Como el desarrollo de esta historia es muy acertado y entretenido, tenía algo de miedo por si la autora lo estropeaba todo al final, con la revelación de la intriga. Nada más lejos de la realidad; la historia desemboca de la mejor manera posible, con batallita final incluida, casi todos los cabos atados y de una manera muy cerrada, que sólo deja un par de hilos sueltos, suficiente para que no nos desesperemos para leer su continuación pero sí queramos hacernos con ella cuanto antes. Así, si Hush, hush no os gusta, no os quedaréis con esa sensación de "haber dejado algo a medias".

Pero lo mejor de esta obra, lo que me permitía no dejar de leerla y lo que le ha dado un toque diferente entre todas las hordas de novelas juveniles casi iguales, es sin duda su personaje masculino, Patch. A simple vista, puede parecer más de lo mismo: un malote, con corazón pero muy escondido bajo una apariencia de chulo playa. No, no y no. Patch es malo. Malo de verdad. ¡Por fin un malo de verdad! Pero, como bien decía mi querida T-Weary en su reseña, Patch consigue ser sarcástico sin ser borde, con ese punto pícaro que a más de uno nos ha encantado. Sin duda, ninguno de los personajes masculinos adorados en la literatura juvenil ha conseguido gustarme tanto; ni Jace, ni Dimitri, ni ninguno de ésos. Donde esté Patch...

En cuanto a Nora, me ha encantado como protagonista. Independiente, activa, no se espera a que todo se solucione o se descubra sino que se preocupa por actuar, investiga. Responsable, sí, lo cual no implica tonta y poco espabilada. ¡Por fin un personaje en literatura juvenil paranormal con el que podemos sentirnos identificadas! Porque es una chica normal, totalmente normal, que podría ser cualquiera de nosotras. Sin embargo, Vee dista mucho del realismo que caracteriza a Nora. Vee es uno de esos personajes que están ahí para cumplir una determinada función en la historia y punto. Es uno de los pocos personajes que Becca Fitzpatrick no se ha trabajado en esta novela. ¿Sabéis del típico personaje Disney que acompaña al protagonista en sus aventuras, que siempre es el gracioso? Pues Vee es eso, pero en versión adolescente, lo que en mi opinión no pega nada en la obra. Hubiera preferido que Vee tuviera otro tipo de sentido del humor, o que, al menos, fuera más seria cuando lo requiere; pienso que un personaje realista se amolda a las situaciones. Vee, no obstante, mantiene la misma actitud aunque esté en peligro de muerte o yendo con Nora de compras.

Y con ésto, acabo la reseña de Hush, hush, un libro del que no esperaba mucho pero que me ha sorprendido muy gratamente y que, sin duda, se posiciona entre los puestos más altos en mi ránking de literatura juvenil paranormal. ¿Vosotros lo habéis leído? ¿Os apetece leerlo? ¿Qué opináis? ¡Comentad! :D

Por cierto, ¿sabéis de quién me acordaba al leer a Patch? Jejejejejeje.

Patch, sin ninguna duda. AI OMÁ.

Vee, la poca complejidad del personaje.