Carolina se enamora, Federico Moccia

Carolina tiene 14 años y es una chica como las demás: quiere hacer más cosas de las que sus padres le permiten, su paga semanal nunca le alcanza para todo lo que le gustaría, quiere una moto para moverse por la ciudad pero le cuesta mucho conseguirla y tarda en llegar mucho más de lo que desearía, tiene la cabeza llena de ideas propias que nunca encajan con las de los adultos… 

Es una chica optimista y alegre. Pronto conoce a nuevas amigas en el instituto con las que empieza una relación de confianza y amistad. Y allí, entre libros, clases, fiestas con los amigos, besos en portales oscuros… llega su primer amor verdadero, Massimiliano.

Fue hace bastantes meses cuando decidí probar algo de ese autor tan consagrado, con esas críticas buenísimas y toda esa fama que le ha convertido en un ídolo de masas adolescentes. Comencé con Tres metros sobre el cielo, que muy a mi pesar me gustó muy poco, y seguí con Tengo ganas de ti que, aunque me gustó más que su primera parte, también dejó mucho que desear. No obstante, y pese a las decepciones, decidí que iba siendo hora de darle una tercera oportunidad al autor, así que cuando Clickart me ofreció esta novela para reseñarla en el blog, la acepté tras mucho pensármelo.

Carolina se enamora es un libro difícil. No es para nada como los anteriores que os he nombrado; para empezar, la prosa del autor mejora considerablemente con respecto a sus obras anteriores, y se nota mucho que tiene en cuenta la forma en la que está escrito su libro y no sólo la historia -y ese precisamente era uno de los fallos que destaqué en Tres metros sobre el cielo-. Por otro lado, mantiene una esencia totalmente diferente a sus novelas anteriores; es decir, mientras que éstas se centraban en el amor de los protagonistas, Carolina se enamora es la historia de todos los aspectos de la vida de Carolina.

Como os iba diciendo, es un libro difícil precisamente por esto. Carece de un argumento tangible; Carolina, en primera persona, nos va narrando absolutamente todas las experiencias de su adolescencia en esos trece para catorce años, edad de puro descubrimiento. Nos va contando cómo afronta la vida, los problemas y las alegrías, y no se detiene en temas superficiales sino que toca todos y cada uno de los aspectos de la vida de una adolescente, lo que convierte a Carolina en un personaje excelente y completísimo y al libro, en un relato realista y cercano con el que fácilmente podremos sentirnos identificados, los adolescentes en la etapa actual y los adultos, recordando sus buenos años.

Precisamente porque Carolina nos narra todo, todo, absolutamente todo lo que le ocurre y todo lo que piensa, el libro puede resultar muy pesado y lento de leer. En ocasiones, leía y no sabía lo que estaba leyendo porque sin darme cuenta desconectaba, precisamente porque llegaba un momento en el que me aburría leer tanto pensamiento de la protagonista.

Sin embargo, y aunque lo he puesto como un defecto, el hecho de que Carolina nos cuente absolutamente todo lo que pasa por su cabeza es un recurso fascinante que el autor ha sabido usar de maravilla: ha dotado tanto al personaje protagonista como a toda la obra en general de una profundidad que poquísimas novelas tienen hoy día y se agradece muchísimo, puesto que es muy poco común ver una obra juvenil sin fantasía tan trabajada y elaborada.

Los personajes me han gustado muchísimo, con excepciones, claro. Carolina, como ya os digo, me ha encantado porque vemos absolutamente todas sus facetas y la conocemos a fondo y eso, quieras que no, hace que cojas cariño al personaje. Su familia también me ha gustado; para empezar, sus abuelos y la relación que tienen me ha enamorado y las escenas con su abuela me han parecido simplemente maravillosas. Su madre me ha encantado -y también la relación que tiene con Carolina- y a la figura de su padre yo, personalmente, la habría puesto menos dura y con alguna que otra virtud más, porque en mi opinión es un personaje un poco maltratado -al igual que Ale, la hermana de Carolina, que para nada me ha gustado porque es superficial y no se conoce apenas nada de ella, y me habría gustado que el autor se trabajara más a ese personaje al igual que se trabajó a Rusty James, el hermano mayor de la protagonsita-. 

En cuanto a las amigas de Caro, Allis me ha gustado como personaje aunque no lo suficiente, ya que habría echado en falta algo más de "chicha", especialmente al final. En cuanto a Clod, me ha enamorado y me ha parecido también un personaje un poco maltratado. La relación que Carolina tiene con sus amigas me ha gustado, porque no es tan bonita como se suele pintar a las amistades -reitero que es un libro realista y por eso me ha gustado tanto-. En cuanto a Massi, no me gustó desde un principio y el final me ha parecido perfecto en este tema. Lo esperaba así, tal y como son las cosas -aunque lo he visto demasiado precipitado para mi gusto-.

Lo que más quiero destacar es lo bien que Moccia ha sabido llevar el drama. Voy a decir lo menos posible para no spoilearos, pero como en todo libro realista, Carolina se enamora narra las vivencias tanto positivas como negativas de la vida de la protagonista. Las negativas, al contrario que algunos autores, Moccia ha sabido contarlas estupendamente.

En resumen, un libro lento pero magnífico, repleto de realidad y con unos personajes muy trabajados y excepcionales.

Los pensamientos de Carolina.

El ritmo irregular y lento.