Los juegos del hambre, Suzanne Collins

Hola, bloggerillos. Sé que os tengo saturados de tantos Juegos del hambre xD, pero no me podía quedar sin hacer la reseña de este primer libro de la saga. A sí que aquí tenéis.

Norteamérica ha quedado destruida y sobre sus ruinas se ha levantado el país de Panem: doce Distritos -antaño trece- tiranizados por el rico y cruel Capitolio. Para recordar a los habitantes de los Distritos el supremo poder del Capitolio, se organiza cada año un reality show en el que veinticuatro jóvenes de entre 12 y 18 años (un chico y una chica de cada Distrito) son escogidos para luchar en la Arena por sus vidas; el que sobreviva, que tan sólo puede ser uno, será dotado de una vida fabulosa y su Distrito tendrá mayores reservas de comida. Se trata de los Juegos del Hambre.

Katniss Everdeen es una chica del Distrito 12, que debe saltarse las normas del Capitolio y salir al bosque a cazar para la supervivencia de su hermana pequeña y su madre. El día de la cosecha, sabe que su amigo Gale y ella tienen una gran posibilidad de entrar en los Juegos del Hambre, y sufre en tensión el sorteo que decidirá quién se verá obligado a matar o morir.

Pero no es ella quien sale, sino Prim, su hermana pequeña de tan sólo 12 años.

Cuando Katniss se presente como voluntaria por su hermana, su vida dará un giro radical.

Suzanne Collins no tiene una manera fabulosa de escribir. No utiliza recargadas florituras ni palabras rebuscadas. Tampoco hace descripciones exquisitas, como las de muchos otros. Y, sin embargo, es de las mejores autoras que he leído hasta el momento. ¿Cuál es el secreto de su éxito? ¿Por qué esta mujer ha conseguido que casi todo el mundo que la lee se enamore de esta novela?

Los Juegos del Hambre no es una obra que destaque por la forma en la que está escrita, pero para no dejar este apartado tan pobre, voy a destacar unas cualidades que me han parecido muy asombrosas:

Los capítulos, siendo de extensión normal, se me han pasado volando. Cuando yo normalmente me llego a leer tres capítulos normales de una sentada, con esta obra he llegado a leer siete. Bueno, y sin mencionar esas frases del final de capítulo que nos soltaba la señora Collins, esas que te dejaban con la boca abierta y la mirada fija en un punto, analizando lo que había ocurrido, asimilando una información que, sin duda, no esperabas de ninguna de las maneras.

La forma en la que se narra es en primera persona y en presenta, algo muy curioso, pero que no me desagrada; de hecho, consigue un efecto asombroso, logrando meterte en la historia hasta el último momento: he sufrido como Katniss y he pensado como ella, me he metido en su piel y he vivido lo que ella ha vivido, aunque no de la misma forma, claro. Además, las cosas fuertes -del tipo: y de repente muere, y de repente se lo come un gusano gigante...- consiguen dejarte helada con este tipo de narración. Ésa es otra. Esas cositas que te suelta Collins, así, como quien no quiere la cosa, tan fuertes e impactantes, que logran dejarte boquiabierto, helado, con el estómago encogido. Muy, muy poquísimos libros han conseguido este efecto en mí. De verdad, es impresionante.

Como "defecto" -alguna pega tenía que tener-, he de decir que hubiera preferido que Collins se ahorrase un poco del principio -entrevistas, trajes, arreglos...-. Se hace poco entretenido, y mi sensación general cuando leí esta parte fue de "¿tanta bulla para esto?" -hasta que llegué a los Juegos y me comí todas y cada una de mis palabras-. Pero vamos, que lo digo por poner una pega más que nada; en realidad, incluso esta parte se devora en nada.

Y poco más tengo que decir respecto a la forma, porque lo verdaderamente fuerte, lo sorprendente, lo asombrosamente genial de este libro, es sin ningún lugar a dudas su historia y su mensaje.

No sé muy bien qué decir de esta obra que no se haya dicho ya. Es innovadora -algo muy difícil a estas alturas-, trepidante, cautivadora, especial, dura, tierna, divertida, escalofriante, magnífica. Porque son muchas las cualidades con las que cuenta esta novela, y no sé por dónde empezar... aunque es obvio, por el principio, ¿no? A sí que vamos allá.

Demasiadas eran las reseñas que lo ponían por las nubes, y no encontré ninguna mala, a sí que empecé a asustarme; no sabía muy bien cómo encajar esta novela, si me gustaría tantísimo como a todo el mundo o me defraudaría -muchos son los chascos que me he metido con novelas supuestamente maravillosas-. Pero quería, deseaba, necesitaba saber qué podía ser tan bueno para que le gustara a todo el mundo sin excepciones. Y es por eso por lo que le pedí a mi querida madre reina Maga favorita la trilogía completa. Y la duda es... ¿me decepcionó?

Veamos, como ya os he comentado, al principio pensé... ¿tanto para esto? Tampoco es tan genial. Me defraudó quizás un poco, hasta que lo terminé, lo dejé sobre la mesa y dije: OH DIOS MÍO. Pero también me sentía extraña en cierto modo, porque seguía pensando que no se acababa de adaptar del todo a mis expectativas... hasta que leí En Llamas, su segunda parte, de la que os traeré reseña pronto. Pero, dejando de lado la segunda parte, me voy a centrar en el libro en sí. ¿Cuáles son las cualidades que cabe destacar?

1. Personajes maravillosos. Pocas son las novelas que pueden presumir de contar con personajes verdaderamente buenos, y aunque habría deseado que se profundizara en algunos de ellos -el resto de tributos, lo que habría engordado un poco bastante el libro-, los que logramos conocer de verdad consiguen encandilarnos. ¿Qué me decís de Katniss?, la genial Katniss: con defectos y virtudes, valiente y luchadora -¡por fin una protagonista con sangre en las venas en vez de horchata!-. ¿Y Peeta? De éste mejor no os digo nada, porque yo disfruté muchísimo más el libro sin saber absolutamente nada de él -creedme, es mucho mejor, os va a sorprender-. Haymitch, por otro lado; alguien interesante, sin ningún lugar a dudas; un producto de la destrucción del Capitolio, un personaje inteligente, astuto y genial. Y, en fin, el resto tampoco se quedan atrás: el espectacular Cinna, la tierna Prim -de la que no conoceremos mucho más hasta Sinsajo, y la verdad es que me sorprendí gratamente-, la pequeña Rue, Gale, el equipo de preparación (Venia, Octavia y Flavius)... En fin, muchos y muy agradables, que me han encantado.

2. Momentos que te dejan helado/a, de ésos que muy pocas cosas consiguen. Momentos en los que apartas la mirada de las líneas, se te abre la boca sin darte cuenta y se te encoge el estómago. Sí, puede parecer que exagero, pero os aseguro que he sentido esto y más mientras leía este libro. Y puede parecer algo increíble para alguien como yo, que no me impresiono fácilmente.

3. Situaciones con las que te das cuenta de que no aprecias verdaderamente todo lo que tienes, porque ves que, comparando tu vida con la que tiene que llevar cualquier habitante del Distrito 12, o de cualquier otro Distrito pobre, las cosas por las que te preocupas son tonterías, y lo que te parece normal puedes llegar a apreciarlo como nunca lo habías hecho. ¿Tenéis idea de lo que disfrutaba cada plato de comida después de leer Los Juegos del Hambre? ¿O lo feliz que era dándome una ducha calentita? Esto es un mensaje muy, muy bonito, porque aunque aparentemente estas novelas sean pura ciencia ficción, te das cuenta de que quizás las situaciones que vive Katniss no sean tan descabelladas.

4. Asombroso enganche. Suzanne Collins logra algo que, aunque muchas novelas poseen, en realidad no todas consiguen como ésta. Te engancha, te absorbe en un mundo nuevo y maravilloso, te crea un ambiente duro a la vez que realista -guardando las distancias, claro; no hay que olvidar que es ciencia ficción-, un mundo tan humano como la vida misma, con pasiones, crudeza e instintos. Te obliga literalmente a seguir leyendo cada página hasta que lo devoras y necesitas la segunda parte para seguir disfrutando.

5. Desborda imaginación. Sin duda, la gran mayoría de temas tratados en la literatura juvenil son siempre los mismos, que al final acaban aburriendo e, incluso, consiguen que los aborrezcas. Muy pocas son las novelas que consiguen aportar elementos nuevos al panorama de la juvenil, y sin duda ésta es una de ellas. Porque yo nunca había leído nada igual. Porque desprende imaginación por cada uno de sus capítulos, o si no, ¿qué me decís de los avox? ¿Y las rastrevíspulas? ¿Y, sin ir más lejos, los sinsajos? O, simplemente, el mundo de Panem en sí mismo: los Distritos, el Capitolio y los propios Juegos del Hambre. Innovador, sin lugar a dudas.

5. Mensaje. Lo último y quizás más importante. Lo que nos quiere decir este libro, que no es poco. La crítica a la humanidad, el egoísmo de los seres humanos, la crueldad y, sobre todo, la sátira hacia los reality shows, que cada vez son más crudos. Hay muchas, muchísimas obras que son entretenidas, emocionantes, adictivas y trepidantes, que, por supuesto, se llevan una muy buena nota. Pero la gran mitad están vacías. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que, generalmente, ese tipo de novelas no nos brindan un mensaje, una reflexión en la que pensar; y con esto me refiero, ante todo, a la literatura juvenil. ¿Cuántas novelas juveniles de las que salen al mercado tienen algo sustancial que decirnos? Muy, muy pocas. Es por esto por lo que, en mi opinión, Los Juegos del Hambre debería leerlo todo el mundo: porque no sólo es entretenido, no sólo te enamoras de sus personajes, de su mundo, no sólo te deja boquiabierto, no sólo te provoca adicción; además, te enseña algo que muchos de nosotros estamos olvidando: lo valiosa que es la vida en todos y cada uno de los seres humanos, y lo mucho que la desprecia la gente.

Y me temo que con esto tengo la reseña de este maravilloso y genial libro. Un tesoro, adictivo, rápido, entretenido, profundo: tiene de todo en su justa medida. Podemos decir sin parecer exagerados o vendidos que esta novela es, sin lugar a dudas, una de las mejores hasta el momento en el panorama de la literatura juvenil. Y por este motivo, mi puntuación es de...

Posdata: ¡Ya me ha llegado el ejemplar de Temblor que gané en el concurso de Adicción a la palabra escrita! Muchísimas gracias *-*, me lo empiezo hoy mismo, me ha hecho mucha ilusión todo -los marcapáginas son preciosos-.