Everlost, Neal Shusterman

Tras un accidente de tráfico, Allie y Nick despiertan en un frondoso bosque. Necesitarán un tiempo para comprender que se encuentran en un lugar conocido como Everlost. Un mundo mágico donde los nombres pueden desvanecerse como cualquier otro recuerdo, donde si uno olvida que tiene los ojos azules, puede que se le vuelvan rojos o donde cada día puede convertirse en una repetición del anterior. Pero ¿qué ha pasado con sus vidas? ¿En qué se han convertido? ¿Qué hacen allí? Tal vez sean como monedas caídas de canto. Allie y Nick deciden explorar Everlost, pues están convencidos de que si consiguen aprender las reglas que rigen aquel extraño lugar, podrán salir de él. En su aventura se encontrarán con inquietantes personajes, conocerán los secretos que guarda la poderosa Mary Hightower, y se enfrentarán al monstruoso McGill. Pero en Everlost nada es lo que parece…

Si hay algo de lo que la inmensidad bloggosférica se ha quejado con respecto a Everlost, es que es engañoso. Pintaba similar a una distopía, con toques macabros de intriga y acción, sin lugar a dudas debido a su portada y a la campaña publicitaria que ha recibido por parte de la editorial. Entonces, es muy posible que quien lo lea esperando algo duro, bestial y siniestro se va a dar de bruces con una obra que, aunque muy buena, no cumple con lo que se puede esperar de ella.

Si tuviera que destacar una sola cosa de Everlost, es que es una novela única. Única porque el mundo de Everlost no se parece a ninguno que haya leído hasta ahora, única porque no tenía constante sensación de dejá vù cuando me sumergía entre sus páginas. El autor parte de cero para construir un ambiente totalmente nuevo, original y magnífico, y ese es el mayor punto positivo: que Everlost probablemente no se parece a nada que hayas leído antes. No deja de situarse entre lo infantil, quizás por sus personajes, y el encanto juvenil sin rozar de ningún modo las redundancias de las tramas de pasiones adolescentes, amoríos imposibles y problemas relacionados con hormonas. Es, como ya digo, una novela única en todos los sentidos.

Considero a Everlost una de esas obras que o bien adoras, o bien no soportas. Puedes tener suerte y captar ese encanto que derrocha bajo capas de fantasía, intriga y acción, y dejarte llevar entre sus páginas como si estuvieras navegando en una historia original a la par que sencilla. Afortunadamente, es lo que yo he sentido. Es muy raro en personas con una larga trayectoria lectora que una novela marque de forma que pienses en ella cuando no estás enfrascada en su trama, y cuando lo estás no quieras detenerte a coger aire. Everlost en mí lo ha conseguido. No considero que otras novelas que no hayan logrado ese efecto sean peores, y con esto quiero lanzar una breve reflexión: la reseña para mí es un método para transmitir qué he sentido hacia una obra determinada, y por qué he sentido esto. No lo tomo como un análisis exhaustivo de la calidad literaria de una novela, sino como una subjetiva y humilde opinión.

Como os digo, casi todas las obras -por no decir todas- tienen algún tipo de encanto y en las características de cada persona está la capacidad de apreciarlo o pasarlo por alto; de ahí que para cada lector haya una novela predilecta. Pienso que Everlost es de esas obras que, o bien te arrastran y enamoran por su encanto, o bien repudias y no eres capaz de terminar porque no logras cogerle el tranquillo -véase esta no-reseña-.

¿Por qué ha sido para mí una novela encantadora? Por sus protagonistas, su trama, su leve pero intensa intriga, su originalidad, su ruptura de típicos tópicos, su nuevo universo y la explicación del mismo -maravillosamente distribuida a lo largo de toda la novela de forma que no se hace pesada-, la rapidez de su estilo, la sencillez de la narración, lo complejo dentro de la simplicidad de una obra con toques infantiles; porque todo ello, absolutamente todo, ha logrado que mi experiencia leyendo Everlost sea muy, muy buena.

Y la máxima puntuación, esos deseados cinco copos, no se la va a llevar porque espero mucho de esta trilogía y su segunda parte, Everwild, me está mirando con ojitos de tinta desde la estantería para que abandone Los miserables y me ponga con ella.