Una de no-reseñas

Cuando un bloggero decide colaborar con una editorial mediante el envío de libros, cada vez que ésta le manda un ejemplar de alguna novedad, el bloggero se compromete a escribir una reseña sobre qué le ha parecido una vez leído. Todos sabemos -y esto es una verdad incómoda- que muchos de nuestros compañeros en este mundo en la Red que llamamos bloggosfera se limita a escribir una crítica aproximada sin siquiera leer la novela, pero también a muchos otros esto nos parece francamente deshonesto, no sólo hacia las editoriales con las que colaboramos sino también hacia el resto de nuestros compañeros bloggeros.

Sin embargo, a todos nos ha pasado alguna vez que hemos pedido un libro con entusiasmo, lo hemos empezado a leer y las ganas han ido decreciendo poco a poco, o bien porque nos hemos encontrado con una novela que no nos ha llenado, o bien porque nos parece terriblemente mala y aburrida, y surge el irremediable abandono de ésta. Entonces aparece un pequeño dilema: ¿reseñamos o no? Nos hemos comprometido a ello... pero no hemos acabado la novela, no tenemos derecho a opinar... ¿qué hacer al respecto?

De esta idea nace lo que en muchos blogs se denominan las no-reseñas: opinión sobre una novela que no hemos sido capaces de acabar. Como soy muy débil cuando una novela no me llama -algún día os contaré la historia del primer librito que leí... recordádmelo-, estaba tardando en comenzar con las no-reseñas en el blog. Ahí va la primera: Juntos, de Ally Condie.

Tras esta magnífica portada, minimalista y atractiva, se esconde una de esas novelas que se atragantan y no hay manera de que desaparezca el nudo. Una de las grandes apuestas de Montena para el 2011 -allá por el comienzo del auge de las distopías en el panorama juvenil publicado en España- prometía muchísimo tras el fenómeno de Los juegos del hambre. Me lo mandaron incluso antes de su publicación, cuando comenzaba a colaborar con editoriales, por lo que estaba tremendamente entusiasmada y lo cogí con muchas ganas. Tal fue mi decepción que no llegué ni a la mitad. Sobre la página 150 de las 348 que tiene, decidí abandonarlo de forma temporal -en principio- para dedicarme a otras novelas que me llamaban más, pero al final fue permanente. Nunca lograba reunir las fuerzas para volver a sumergirme entre estas páginas de agonía literaria.

Vale... estoy exagerando. Tanto como agonía no. Pero sí eterno aburrimiento y absoluta falta de acción. Es maravilloso explicar un mundo distópico, pero de estos tenemos a puñados y sabemos su estructura, y de todas formas, con que lo vayas explicando en el desarrollo de la acción vas sobrada, querida Condie. ¿Pero qué es esa pasividad y monotonía en casi la mitad de la novela? "Cassia va al instituto. Cassia encuentra una notita. Cassia quiere mucho a su abuelo. Cassia va al supermercado. Cassia va al zoo. Cassia en el parque." -vale, quizás me estoy colando...-. Me sorprendió encontrar en Juntos una novela juvenil que no ha despertado ni el más mínimo interés en mí. No quería saber cómo continuaba, no me molestaba leerla pero tampoco quería hacerlo. Y yo así, no leo.

El mundo distópico que crea que, quieras que no, está bastante bien.

La lentitud y monotonía sobrenatural de la trama. ¡En 150 páginas no había avanzado NADA!

Soy consciente de las buenas críticas que ha recibido esta novela. ¿Qué os pareció a vosotros? ¿Se os atragantó como a mí? ¡Contadme!