Lo que más me ha llamado la atención de La caricia desnuda es que ha sido un relato totalmente diferente a lo que pensaba que sería según la publicidad, las reseñas y demás que había visto sobre él. Yo creía que consistiría en una narración entrañable de la inocente primera vez de una adolescente con carácter y pensamientos acordes a su edad. Me esperaba un relato cuqui, muy lírico y tierno. Nada más lejos de la realidad.
Leyendo La caricia desnuda no he podido evitar tener una constante sensación de estar desubicada en la obra. Es como si nada concordara: las situaciones, los diálogos y reflexiones de la protagonista no son acordes con su edad y con la realidad adolescente en general. Ese es su inmenso defecto, porque si hubiera notado esta falta de concordancia sólo en determinados pasajes, podría haberlo pasado por alto, pero es que son continuos diálogos propios de una recargada obra teatral o algo similar. Este aspecto ha bajado muchísimos puntos a La caricia desnuda. Voy a desglosar un poco esto que os comento, porque ha dejado verse en casi todos los matices de esta pequeña novela.
Para empezar, los personajes son un intento de caracterización de la vida adolescente actual. Quizá, con sus acciones y demás, podrían haber dado el pego, pero es que no. Es que en vez de decir "tengo hambre, ¿me pasas un trozo de pizza?", la protagonista dice "oh, siento un enorme vacío interior en la zona del estómago, ¿podrías, querido Pierre, aproximarme ese pedazo de producto alimenticio italiano?". Venga, hombre. Las cosas no son así, por lo menos en los entornos en los que yo me muevo.
La protagonista me ha caído francamente mal, lo que ha hecho que no haya podido disfrutar de La caricia desnuda tanto como hubiera debido, pero he de decir a su favor que su espíritu prepotente y cuestionador de todo cuanto la rodea sí que es un gran reflejo de, generalizando, el carácter adolescente. Las situaciones no dejan de parecerme inverosímiles. Hay cosas que no me cuadran, momentos en los que me quedé con cara de WTF? y reacciones de los personajes que me descuadraron totalmente. No me ha parecido una obra con concordancia, como ya os digo, en casi ningún sentido.
Pero, como punto a favor, he de decir que el estilo de Carmen Bramly es bastante bueno para tener sólo quince años y ser autora novel. Tiene un vocabulario muy enriquecido y se cuida muchísimo de que todo esté perfectamente escrito -a veces demasiado, lo que provoca un aire muy sobrecargado para ser literatura juvenil-. Espero que siga escribiendo, porque veo en ella bastante potencial, a pesar de que su obra me ha parecido que deja mucho que desear.
8 comentarios:
No me llama la atención pero gracias por la reseña :)
Un besazo!
Es un libro que siempre me ha llamado la atención y estoy deseando conseguir ^^
¡Gracias por la reseña!
¡Besos!
En las obras primerizas, suele ocurrir que el estilo sea recargado. Lo que más me gusta de la novela es el título, fíjate XD.
Besotes intrigados.
Jajaja lo que me he reído con el trozo de pizza y Pierre xDDDDDDDDDDD
La novela parecía estar bien, pero no es la primera vez que leo eso de el estilo recargado y las reflexiones de esta obra. Por ahora no creo que lo lea, pero ya veré ;)
Beesos
Holaa^^
Muy gracioso lo de la pizza jajaja en mi entorno también es igual XDD
No sabía que la escritora tenía 15 años O_O (envidia me da XDDD)
Una pena lo de esos díalogos. a lo mejor quería hacer los diálogos perfectos también y se pasó un pelin con las formalidades XDDD
Besitoss :D!
La verdad que no me llama mucho la atención y de momento no creo que lo lea :S
Gracias por tu opinión!
Un besito♥
En mi opinión para tener 15 años... la chica lo hizo bastante mal >_< me gusto bastante..
¡un beso!
No me llamaba mucho la atención este libro y ahora con lo que has dicho... ¡aun menos!
Un beso:)
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