domingo, 14 de noviembre de 2010

La mecánica del corazón, Mathias Malzieu


¡Hola!, hoy os traigo la reseña de un libro que me acabo de terminar hace unos minutos, y no podía esperar más: La Mecánica del Corazón, de Mathias Malzieu. Me lo decidí leer gracias a la cantidad de reseñas positivas que tenía, y cuando descubrí que a una amiga mía se lo habían regalado, no dudé en pedírselo. ¡Lo he devorado en nada de tiempo!


En lo alto de una colina en la noche más fría de la historia nace Jack, un hijo de una prostituta con el corazón congelado. Madeleine, una doctora tomada por todos por bruja, le ayuda a nacer y le instala un nuevo corazón: un reloj de cuco que le mantiene con vida. Siendo un niño de salud frágil, hay ciertas normas que no puede incumplir: no debe tocar sus engranajes, debe dominar su cólera y jamás puede enamorarse. De esta manera, el pequeño Jack vive junto a la doctora en una alta colina, y un día que bajan a la ciudad, se enamora perdidamente de una pequeña bailarina andaluza. Así, little Jack la buscará desesperadamente hasta llegar a Andalucía.


Este libro es la perfecta definición de "corto, pero intenso". Es una novela sencilla, muy sencilla y de un ambiente a lo Tim Burton que desprende encanto. Está escrito en primera persona incluso su propio nacimiento, dando una sensación muy curiosa, que no me ha desagradado en absoluto.
Esto es lo que podemos llamar un libro-metáfora. Desde un punto de vista superficial, no es un libro realista (¿reloj como corazón?), sin embargo sus mensajes son algo que todos tendríamos que tener en cuenta en nuestro día a día, pero de ellos hablaré en el contenido. Tiene puntos muy irreales, similares a lo que podría ser un cuento para niños, pero sin serlo en absoluto; esto, lejos de ser una desventaja, es sin duda lo que aporta al libro ese encanto mágico, esa ambientación triste pero tierna.
Destacar que lleva un ritmo muy equilibrado: no se hace nada pesado (al menos a mí), las cosas pasan a un tiempo adecuado para cada acontecimiento...
No esperéis acción trepidante, porque lo bonito de esta historia no es eso. Lo bonito de esta historia es su trasfondo: la gran cantidad de sentimientos que se perciben a través de sus líneas. Sin embargo, en cuanto a su forma, su encanto en cierto punto siniestro, tétrico pero tierno, hace que esta historia tenga una ambientación muy, muy buena. 
En este apartado no tengo mucho más que decir, porque lo verdaderamente importante de este libro no es cómo está escrito, sino qué quiere decirnos.


Como ya he dicho, es un libro-metáfora: a nadie le van a poner un reloj de corazón, pero todos podemos sentirnos como Jack, o como Miss Acacia, o como Joe. No es una historia apasionante, con una acción trepidante o con unos giros inesperadísimos; sin embargo, derrocha encanto. ¿Por qué?
Pues por su mensaje, por sus entrañables personajes, por su gran sentimentalismo. Lo que creo que es lo principal en este libro es que cuando se ama a una persona, se la ama con sus defectos, la perfección no existe ni debe existir y es precisamente esto lo bueno: no hay ni un solo personaje perfecto. Cuando digo que es un libro-metáfora me refiero a que, por ejemplo, lo que en Jack es su corazón defectuoso, en cualquiera de nosotros podría ser cualquier defecto.
Los personajes me han encantado: desde Arthur con su "Oh when the saints" hasta Joe, al que, a pesar de ser el "malo", Jack comprende perfectamente (detalle que me ha encantado): al final, ambos se acaban encontrando en la misma situación, uno a un tiempo y otro a otro. Ningún personaje es perfecto, como ya he dicho, y por eso quizás es por lo que son tan encantadores.
Es el amor lo que predomina en esta novela, pero no sólo el amor romántico: la amistad, el amor a uno mismo, el amor de una madre...
Por otro lado, es un libro muy honesto: hay prostitutas, hay gente celosa, hay obsesiones, hay defectos, al igual que hay virtudes, y esto hace al libro tomar un cariz muy, muy tierno.
He leído por ahí que el principio del libro se hace muy pesado. Para mí, en absoluto; de hecho, ahí reside el "quid de la cuestión" y, para mí, la parte más bonita: su relación con Madeleine, Arthur, Anna y Luna, el accidente con Joe que afectaría tanto al desarrollo del libro... Pienso que el autor se ha tomado el tiempo que necesitaba para narrar estos acontecimientos, y para nada ha sido excesivo teniendo en cuenta la importancia que tienen.
El final, sin embargo, no me ha gustado. Quizá un poco precipitado, pero no mucho; inesperado, sí. Pero el tema del reloj-corazón al final -que no voy a destripar, no os preocupéis a los que no lo habéis leído- no me ha gustado, en mi opinión ha quitado mucho encanto a la novela. El autor "se han cargado" un poquito el libro con ese final, pero la verdad es que en cierto punto tampoco está tan mal: visto bien, es un claro ejemplo de lo que genera la desconfianza, una especie de "pequeña moraleja".
A pesar de ello, es una novela muy tierna, muy bonita y de una ambientación exquisita. A mí, personalmente, me ha gustado mucho.
(Especial mención al hámster, "Cunnilingus". ¡Qué grande!)


Por cierto, el creador de esta preciosísima portada, que a los que lo habéis leído sin duda os habrá llamado la atención, es Benjamin Lacombe, y sus ilustraciones son preciosas; de hecho, yo en mi blog he usado algunas de ellas porque me gustan muchísimo. Enhorabuena al gran trabajo que hace ;)



Y aquí acaba mi reseña, que ha sido muy breve porque me vienen esta semana todos los exámenes de golpe T.T ¡Lo siento!
Mañana quizá os traiga la reseña de "El Principito", ¡espero poder leérmelo en un rato!

1 comentario:

Annika dijo...

¡Hola! Coincido totalmente contigo! A mí también me gustó mucho, sobretodo por ese encanto que tiene la historia. No me acordaba del hámster Cunnilingus! Qué bueno! XD
Un saludo!!